Manifiesto de Música TDAH
Manifiesto de Música TDAH:
(Eurovision, Mandatos y todas esas cosas)
Empecé a escribir este posteo en mayo de 2024. Ya estamos en febrero de 2025. Creo que es la mejor prueba de que mi TDAH toma las decisiones por mí.
Otro Eurovision vino y se fue. Y ahora el próximo está a la vuelta de la esquina.
Los que me conocen y siguen mi canal de YouTube saben que soy un enfermo de Eurovision. Es uno de los momentos más esperados del año para mí, pero al mismo tiempo me deja sensaciones encontradas. Me encanta el formato, me encanta la música, me encanta lo que genera en uno. Pero también me hace pensar mucho en mi relación con la música, en cómo la vivo y la siento.
Para los que no me conocen, me llamo Andres, fui diagnosticado con TDAH en 1996 y en 2020 saqué un disco llamado Atypical, donde intenté representar los síntomas del TDAH a través de la música. Fue mi forma de expresar cómo funciona mi cabeza: cómo las ideas cambian, evolucionan y toman giros inesperados.
Siempre fui un músico bastante ecléctico; me gusta mezclar estilos, pero muchas veces me frené a mí mismo por pequeños mandatos o por el “qué dirán”.
Arranqué mi carrera como compositor haciendo rock sinfónico y progresivo, muy influenciado por las bandas clásicas de los 70s: Genesis, Yes, Emerson, Lake & Palmer. Capaz menos jazz y más música clásica, que es mi formación base. Sigo considerándome un músico progresivo. Pero la realidad es que, aunque el rock progresivo me fascina y es un género que consumo mucho, no necesariamente son mis ARTISTAS favoritos.
Mi primer ídolo fue Michael Jackson. Mi primer cassette, mi primer CD. El primer artista que realmente me marcó de chico.
Mi banda favorita? Queen.
Tienen una etapa progresiva en sus primeros discos, si, pero después viraron más al pop y al rock. Michael Jackson es pop, pero con R&B, funk y disco. Y después está Stevie Wonder – otro de mis grandes ídolos – también: funk, soul, pop, R&B.
Escucho todo eso. Me encanta todo eso. Y, sin embargo, durante años me convencí de que tenía que ser UNA cosa.
Cuando empecé mi carrera en 2013, lancé mi primer EP, Wish You Could Hear. Era una pieza de rock sinfónico de 12 minutos y medio en cuatro movimientos. Después pasé dos años trabajando en Wötan: the Untold Story, un proyecto masivo: una ópera rock de dos horas de duración.
Pero después de dos años trabajando en ella, me quemé. Me saturé mentalmente y empecé a explorar otros caminos. Empecé a escribir la música que siempre quise escribir: incorporé más elementos de la música argentina, del tango y el folclore, de jazz, y así nació material completamente diferente. Y después, con la muerte de Colin Tench, sentí la necesidad de hacer “Awakening“, un disco en su memoria.
Y ahí algo hizo click.
Yo tengo un superfan en Bandcamp, Sven Schreiber, que había escuchado toda mi música y siempre estaba esperando cosas nuevas. Mientras trabajaba en el disco para Colin, decidí mandarle una versión temprana de December. Su respuesta me dejó helado:
Hi Andres, my first spontaneous thought while listening was: Yeah, it’s a real Guazzelli! “Wish You Could Hear” was sort of a modern “Bohemian Rhapsody”, and this seems to be your personal trademark. The analogy is due to the way you expand on a theme, which eventually comes to a halt, and then proceeds quite unexpectedly into a different direction. I just love this surprise factor, which is innate in “December” as well.
Sven B. Schreiber
Sven se dio cuenta antes que yo. La forma en que cambio constantemente de tema, cómo trunco ideas y después vuelvo a ellas… no era solo una elección estilística. Para mí, cambiar de tema de la nada era lo más natural del mundo. Pero nunca lo había internalizado. Yo componía así porque mi cerebro funcionaba así. Ahí me cayó la ficha de que mi TDAH no era un obstáculo para la música. Era la manera en la que componía. No era un problema, era mi identidad.
Esa revelación me llevó a Atypical.
Pero para entonces, algo más me estaba haciendo ruido en la cabeza.
Ahí es donde entra Embracing Change. Esa canción fue mi forma de romper con las limitaciones y esas cadenas que yo mismo me había auto-impuesto. Fue mi primera canción con voces, una canción cantada de verdad, y fue un desafío enorme porque, como cualquier persona con TDAH, el cambio me cuesta. Fue algo que simplemente me dejé hacer, sin pensar demasiado si encajaba en un molde.
Era como si “Wish You Could Hear ” fuera el reflejo del músico que quería ser, “Wötan” el que ASPIRABA a ser, y “Atypical” era quien realmente REALMENTE soy.
Pero… “Embracing Change” también!
Embracing Change tiene una influencia de Queen clarísima. Y ahí me volvió la pregunta: si Queen es una de mis mayores influencias, si Michael Jackson es uno de mis ídolos de toda la vida, ¿por qué no me permito hacer música así? Mi voz incluso tira para aquel lado. ¿Por qué me freno?
Durante años tuve esta idea metida en la cabeza: los músicos de prog se quedan en el prog. Si hacés siempre lo mismo, no evolucionás. Pero si cambiás, te vendiste. Es una trampa. No podés ganar: si te reinventás, perdés a los fans que esperaban lo de siempre. Pero si no cambiás nunca, te volvés un artista de nicho.
Y eso es aún más difícil cuando tenés TDAH. Porque necesitamos cambio. Lo anhelamos; lo buscamos. La forma más rápida de matar nuestra creatividad es meternos en una caja.
El tedio es nuestro peor enemigo. Crear nos fascina, pero la parte del negocio nos destruye el alma. Tener que hacer marketing, hacer un pitch para Spotify, auto-promoción, vender… Es un bajón. Y muchas veces ni lo hacemos porque el tedio finalmente nos gana.
Ahí fue cuando me di cuenta de que necesitaba un marco de trabajo; algo que me permitiera crear libremente sin dejar de ser yo mismo. Algo que me dejara ser 100% honesto sobre quién soy como artista. Un marco que me permita decir: “¿Sabés qué? Yo soy esto.”
Así nació la idea de Música TDAH.
La Música TDAH no es un género. No se trata de sonar de una manera en particular. Es una mentalidad. Una forma de abrazar el caos, lo impredecible, los cambios de dirección. Es estar abierto a lo que venga después: sea una sinfonía, una canción pop, un motete renacentista o volver al rock progresivo épico de 20 minutos. Porque este marco me permite ser yo mismo.
A partir de ahora, las reglas las pongo yo.
Y eso es lo más honesto que jamás haya sido como artista.
El Manifiesto de la Música TDAH
I. ¿Qué es la Música TDAH?
La Música TDAH es caos convertido en arte. Es la banda sonora de una mente inquieta, donde la atención cambia como un calidoscopio y cada momento estalla con energía sin filtros. Se alimenta de lo impredecible, de lo ecléctico y de lo crudo.
La Música TDAH no es un género, es libertad pura; donde las reglas se rompen, los géneros se desdibujan y la creatividad fluye en su forma más pura y auténtica. Se trata de hacer música sin ataduras, de rechazar mandatos y expectativas, y de abrazar por completo el caos de la inspiración.
Es música para quienes piensan en zigzag, para quienes la creatividad es una corriente constante e indomable. Es una celebración del hiperfoco y la impulsividad, mezclando sonidos e ideas que “no deberían” encajar, pero que, de alguna manera, terminan funcionando. La Música TDAH no es un género, es una mentalidad.
No pide permiso para llamar la atención: la agarra de un saque. Se nutre de giros inesperados, cambios bruscos y momentos de inmersión total. Es una rebelión contra la conformidad, pero sobre todo, una celebración de la autenticidad en cualquiera de sus formas.
II. La Filosofía Central
- Exploración sin límites
La música no debería nunca sentirse restringida. La Música TDAH se mueve por épocas, culturas y emociones sin quedarse quieta. - Los opuestos se atraen
Influencias que parecen completamente incompatibles pueden generar algo increíble cuando se combinan. La Música TDAH disfruta de lo inesperado y demuestra que lo más auténtico surge cuando no se sigue ninguna fórmula. - Las reglas están para romperse
Despojate de la presión por encajar en lo comercial. La Música TDAH es un terreno de juego donde el caos y la experimentación son ley. Las limitaciones matan la creatividad: ya sea encajar en playlists, seguir reglas de género o cumplir con expectativas externas, todo eso ata el alma artística. La Música TDAH florece cuando se ignoran los límites y el “lo que debería ser” se reemplaza por el “lo que podría ser”. - Olvidate del género, la estructura y la duración
Olvidate de la estructura “correcta” de una canción. Olvidate de los compases fijos y de la fórmula verso-estribillo-verso. La Música TDAH no está atada a estructuras tradicionales ni a duraciones fijas. Un tema puede durar 30 segundos o 30 minutos. En ese sentido, comparte espíritu con el rock progresivo en cuanto a experimentación; la única constante es que no hay constantes. Ganchos, estribillos o desvíos repentinos; todo vale porque no hay reglas. - Abrazar la disrupción
La Música TDAH no tiene miedo de interrumpirse a sí misma. Las canciones no siguen progresiones lineales; explotan, se disuelven, se reconstruyen y se dispersan. Es música diseñada para mantener a quien la escucha en vilo, sin darle nunca la comodidad de lo predecible. - La autenticidad lo es todo
Un artista que cambia de dirección de un disco a otro no se está “vendiendo”; está evolucionando. Un artista que mantiene un mismo sonido no se está “estancando”; está siendo fiel a sí mismo. Lo que importa es la autenticidad: hacer música desde el corazón. - Sin elitismo, sin esnobismo
El elitismo mata la creatividad. La Música TDAH rechaza los purismos y las reglas impuestas por los “guardianes del género”. La música es libre o no es nada. - Las tendencias pueden inspirar, no definir
No está mal tomar inspiración de lo que está de moda, siempre y cuando nazca de un impulso genuino y no de querer “pegarla”. La diferencia entre crear y copiar está en la intención. Los nuevos sonidos y las nuevas ideas son combustible para la creatividad, pero subirse a la ola solo para mantenerse relevante traiciona la esencia de la Música TDAH. - Celebrar la tangente
La Música TDAH se alimenta de lo impredecible. Una canción puede arrancar en un género y terminar en otro completamente distinto. La Música TDAH no le teme a los cambios bruscos: son parte de su esencia. - El mainstream no lo es todo
Los tiempos cambian, y los medios masivos pueden querer destacar ciertos sonidos, estructuras o duraciones. No hace falta encajar en lo que está de moda, pero tampoco rebelarse solo por llevar la contra. La clave es hacer lo que realmente resuena en uno mismo. No todos van a entender tu música, y eso está bien. Lo importante no es “llegar”, sino seguir creando. Hay un nicho para todos y cada uno; la clave es encontrarlo (o que te encuentre).
III. El sonido de la Música TDAH
- Contrastes dinámicos: Momentos de calma absoluta seguidos de explosiones volcánicas de energía.
- Instrumentación inesperada: Instrumentos clásicos mezclados con sintetizadores, percusión industrial con coros barrocos y sonidos de la naturaleza. No esperes lo esperable. Nada está prohibido.
- Voces como instrumento: Las voces en la Música TDAH son tratadas como un instrumento más: a veces en primer plano, a veces enterradas en la mezcla o distorsionadas. Y a veces, simplemente, no hacen falta. Pueden agregar textura y emoción, pero no son esenciales. La Música TDAH puede funcionar perfectamente en forma puramente instrumental.
- Ritmos impredecibles: Cambios de compás abruptos, grooves que desafían la lógica, estructuras que reflejan el flujo caótico del pensamiento y la emoción humana.
La Música TDAH puede ser vibrante, caótica o siempre cambiante. Puede mezclar riffs de metal con beats de lo-fi, paisajes sonoros ambient con la crudeza del punk. Su único propósito es generar impacto emocional: sacarte de tu zona de confort o hacerte entrar en un trance absoluto, pero nunca dejarte indiferente.
IV. El Movimiento
La Música TDAH no es un género: es un movimiento. Se trata de romper barreras, tanto en la música como en la comunidad artística. No hay división entre artistas y oyentes: todos forman parte de este colectivo. Todos son creadores. Todos tienen una voz.
No se trata solo de hacer canciones. Se trata de construir una cultura de creatividad sin frenos. Es una rebelión contra la conformidad y una celebración de la autoexpresión. Es una invitación a ser fiel a lo que te hace único, a colaborar sin prejuicios y a rechazar la presión del elitismo, el esnobismo o el perfeccionismo.
V. El Llamado a la Acción
Para aquellos que se sienten limitados por las reglas y convenciones:
- Olvidate de todo lo que sabés sobre géneros.
- Rompé todas las reglas.
- Dejá que tu arte sea desprolijo, emotivo y salvaje.
- Compartí tu trabajo. Colaborá. Innová.
- Recordá: la Música TDAH no es un producto terminado, es un ente vivo y en constante evolución. Vos sos parte de ella.
Si alguna vez sentiste que las reglas o las expectativas te encorsetaban, la Música TDAH es para vos. Si alguna vez dudaste de tu capacidad para crear porque no encajabas en ningún lado, esto es tu permiso para liberarte. Experimentá, arriesgate y dejá que la inspiración te lleve a lugares impensados. No importa si “la pegás” o no; lo que importa es la honestidad artística.
La Música TDAH no sigue tendencias: las crea. No busca aprobación: genera conexiones. Sé valiente, sé auténtico y dejá que tu arte sea tan impredecible como la vida misma.
No Response
Leave us a comment
No comment posted yet.